miércoles, 30 de abril de 2014

Angustia nocturna

Se despertó en medio de la noche, sintiendo una gran angustia en su pecho, y lo único que pudo hacer fue ponerse a llorar. No sabía lo que provocaban ésas lágrimas, pero fue una reacción instantánea de su cuerpo, lo que necesitaba en ese momento.
Se abrazo las piernas, a la altura de las rodillas, y apoyo su frente sobre ellas mientras seguía llorando. Fue estrechando cada vez más ese abrazo, hasta quedar hecha un ovillo sobre la cama, dejando que las lágrimas siguieran rodando por sus mejillas y muriendo en sus labios. Era un llanto incontrolable, de ésos que inundan por completo el alma, y lo que tenía que hacer era sacárselo de adentro.