jueves, 27 de marzo de 2014

Noche de lluvia


Era tarde, y miraba por la ventana como caían las gotas de lluvia, al igual que las lágrimas por su mejilla. Sentía mucho miedo, temía que lo esperado saliera mal, que todo lo que tenía en su mente se desmoronara con un castillo de cartas tras un fuerte viento. No podía ver que debía ser fuerte y esperar el momento adecuado, que lo que tanto añoraba iba a llegar cuando fuera su tiempo. Pero estaba cegada por sus malas experiencias, que creaban una nube de tormenta en su felicidad. Pensaba que todo iba a ser como siempre, que lo que sentía no sería correspondido y que su corazón estaría herido una vez más. No veía más allá de los malos momentos de su vida y creía que todo iba a terminar siempre igual, que nada cambiaría por más que luchara. Su negatividad, cubría los buenos momentos acontecidos y los hacía desaparecer de su mente, llenando el vacío con malos pensamientos que sólo empeoraban su estado anímico. Intentaba no caer, pero era una pelea difícil de ganar, ya que su experiencia era suficiente como para predecir que eso iba a terminar mal.
La lluvia se intensificaba, al igual que sus pensamientos, y encontró una sola salida para aliviar su pesar. Subió hasta la terraza y se quedó debajo de la lluvia, sintiendo como cada gota que tomaba contacto con su cuerpo iba limpiando sus miedos, haciendo que se calmara y sacara los malos pensamientos de su mente.


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